1. ¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS ALIMENTARIOS?
Los trastornos alimentarios son trastornos psicológicos (no crónicos) que van mucho más allá de la conducta con la comida, y que tienen una base somática, porque están afectando al cuerpo.
Son trastornos basados en defensas o protecciones que la persona ha tenido que ir adquiriendo a lo largo de su vida, estrategias de las que se ha tenido que ir armando para poder sobrevivir, y una de esas estrategias es precisamente LA COMIDA, que conforma una base segura desde nuestra infancia.
La comida representa el vínculo con nuestros cuidadores desde que nacemos, y cumple una función en la supervivencia de la persona. Necesitamos bases seguras para sobrevivir, pero no todas esas bases son de APEGO SEGURO.
Dependiendo de las necesidades que no han sido cubiertas en la infancia, podemos utilizar la comida de muchos modos, entre ellas:
- Como evitación: para no atender los problemas.
- Como desahogo: sobre todo por las noches, como forma de soltar la presión del día.
- Como llave para la desconexión: sintiendo que al comer entramos en un lugar que no tiene que ver con el aquí y el ahora.
- Como afecto positivo: por placer, una sensación de éxtasis que no obtenemos de otros lugares.
- Como método de control.
- Como protección.
- Como regulación, para calmarnos.
Por tanto, podríamos entender este tipo de trastornos como una alcachofa, sobre la que tendremos que ir trabajando, capa a capa, para llegar al corazón donde se encuentra un niño o niña herid@s por haber vivido experiencias de vida adversas, que tienen que ver con el apego, el trauma, o distintos tipos de abusos (sexual, emocional, de poder…).
La pregunta sería: ¿Qué es lo que está pasando en la vida de una persona para que se enferme de la comida? La conducta no es el foco central, solo es la parte que se muestra, el síntoma; pero el foco es la estructura interna de protección que aporta el trastorno. Una vez que la persona está estabilizada, tenemos que trabajar para poder acceder a ese mundo interno.
2. FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR COMO ORIGEN O DESENCADENANTES
2.1. A NIVEL NUTRICIONAL
- Dietas restrictivas o prohibitivas
- Comer desconectados de la comida
- Alimentos prohibidos.
- Tapar emociones con la comida: “Es mi momento” La industria hace que los productos tengan sustancias que hace que nuestro cerebro ,libere serotonina y dopamina, que nos dan sensación de placer y bienestar fugazmente. Teniendo al poco tiempo la necesidad de volver a ingerirlos.
- Intestino dañado: Disminuye los niveles de serotonina y dopamina, aumentando la necesidad apetencia de alimentos azucarados.
- Presencia de infecciones por algunas bacterias u hongos. Cuando hay un parásito en el organismo, nos demanda más glucosa, porque ellos lo necesitan para vivir.
- Desequilibrio hormonal: Sobre todo de progesterona y estrógenos.
- Uso de fármacos que inhiben el apetito
- Disminución del gusto por ciertos fármacos
- Pérdida de piezas dentales.
- Enfermedades o patologías del sistema digestivo.
2.2. A NIVEL PSICOLÓGICO
- Abusos (sexual, de poder, psicológico, emocional…).
- Maltrato, acoso, bullying.
- Negligencia.
- Estrés.
- Trauma (oculto o falta de regulación con las figuras de apego en la infancia, de desarrollo, de apego…) o situaciones traumáticas concretas.
3. TIPOS DE TRASTORNOS ALIMENTARIOS
Existe una clasificación recogida en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-V), en base a unos criterios específicos.
Pero la idea que queremos transmitir hoy mediante este blog, es que los trastornos alimentarios van más allá de los criterios clásicos, por lo que podríamos hacer una clasificación más extensa y menos “pura”.
Desde un punto de vista nutricional existen tantos trastornos, como pacientes. Hay personas que siempre desayunan lo mismo. Que no comen un alimento nunca en la vida, por un recuerdo desagradable con dicha comida. O que siempre comen algo porque su familia siempre lo comía así. Es decir que aunque un trastorno no esté catalogado, no deja de ser un trastorno.
3.1. DE TIPO RESTRICTIVO
- Anorexia nerviosa restrictiva: Los pacientes con anorexia nerviosa tienen un miedo intenso a ganar peso o engordar que persiste a pesar de todas las pruebas en contrario. En el tipo restrictivo de anorexia nerviosa, los pacientes restringen la ingesta de alimentos y a veces ejercitan excesivamente, pero no tienen regularmente atracones ni purgas.
- Anorexia nerviosa purgativa: El subtipo purgativo incluye a aquellas personas que se inducen el vómito o usan laxantes, diuréticos o enemas.
- Anorexia emocional: es de tipo psicosomático; las personas que sufren este trastorno no es que no coman por miedo a engordar, ni tienen distorsión de la imagen corporal, no comen porque sienten que no pueden comer realmente. Es un trastorno somatomorfo.
- Arfid: desorden de ingesta alimentaria evitativa o restrictiva, es un trastorno de alimentación que hace que quienes lo sufren, eliminen tal cantidad de alimentos de su dieta que ponen en riesgo su salud física y desarrollo psicosocial. Restringen por selección de alimentos.
- Ortorexia: consiste en la obsesión por la comida sana. Las personas que sufren esta patología se sienten obligadas a seguir una dieta restrictiva que, según los casos, puede excluir la carne, las grasas, los alimentos sin etiquetado ecológico, los aditivos…
- Vigorexia: la persona afectada se obsesiona por su estado físico, afectando a su conducta alimentaria (ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, acompañada del consumo de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes) y a sus hábitos de vida.
3.2. DE SOBREINGESTA
- Bulimia: la persona sufre atracones de comida o tiene episodios regulares de consumo excesivo de alimentos y experimenta pérdida de control. Utiliza entonces diferentes métodos, o conductas compensatorias, como la inducción al vómito o el abuso de laxantes, para evitar subir de peso.
- Trastorno por atracón: la persona come generalmente una cantidad de comida mucho mayor de lo normal, todo al mismo tiempo. La persona se siente fuera de control durante estos atracones.
- Comedores nocturnos: tienden a mantener un desorden alimentario donde predomina más cantidad de comida a lo largo de la noche (después de conciliar el sueño) o una alimentación excesiva durante la tarde/noche y por tanto, menos apetencia por el día.
- Hiperfagia: Aumento de la ingesta de comida. Con frecuencia es de naturaleza patológica y se desarrolla como una incapacidad para diferenciar la ansiedad del apetito. Estas personas comen durante todo el día, y nunca se sienten saciadas.
3.3. OBESIDAD
- Endógena: asociada a factores internos (enfermedades autoinmunes, de tipo endocrino…).
- Exógena: (que tiene que ver con factores sociales, culturales, familiares…). Más externa a la persona.
- Megarexia: Es la obesidad no reconocida. Personas que se consideran en normopeso, estando en sobrepeso u obesidad.
3.4. OTROS
- Diabulimia: se desarrolla a partir de un miedo irracional, en la que un individuo con diabetes tipo 1 cree que el uso constante de insulina puede causar aumento de peso. De esta forma, la persona reduce la dosis de insulina que se coloca o puede omitir varias dosis a lo largo del día.
- Alcohorexia: la persona deja de comer para poder consumir bebidas alcohólicas con un único objetivo: reducir el peso.
4. TRATAMIENTO
Para eso debemos empezar por estabilizar al paciente de este tipo de trastorno desde la Consulta de Nutrición.
Con un enfoque de alimentación consciente, y con Herramientas como la Educación Nutricional y el autoconocimiento, vamos forjando una base estable para adquirir buenos hábitos nutricionales.
Con explicaciones biológicas del cuerpo humano, hacemos entender al paciente cómo acciona el cuerpo y de esa manera darle la gasolina precisa para que nuestro vehículo vaya bien.
4.1. A NIVEL NUTRICIONAL
Comenzamos con una Anamnesis para ver el estado de salud del paciente. Pedimos una analítica completa, y hacemos un cuestionario muy extenso sobre salud, que abarcan desde parámetros de salud a hábitos en el estilo de vida y situación con la comida en general, y su relación.
El tratamiento es completamente individualizado. Depende del trastorno y su grado, tomamos medidas y hacemos la valoración antropométrica, o no. El peso no representa a nadie. Hay cosas más allá, como la grasa y la masa muscular, que sí determinan si el paciente evoluciona favorablemente.
Nos enfocamos en la Educación Nutricional basada en: Fomentar la alimentación por intuición. De saber nutrir y alimentar al cuerpo. Hacer entender al paciente, que nuestro cuerpo ha de ser un Templo, para nosotros, y que gracias a él, podemos vivir cada día.
Disfrutar, y ser felices. Llevando un equilibrio y equilibrando nuestra alimentación, disfrutando desde el respeto a nosotros mismos.
Además, también llevamos a cabo lo que cualquier persona debería conocer sobre cómo alimentarnos, y que nadie nos enseña: Información del etiquetado y la importancia de saber comprar alimentos de calidad, saber lo que son los carbohidratos, las proteínas, las grasas. Saber comer grasas saludables. La importancia del descanso, el deporte, el disfrute y la flexibilidad ante la vida. Porque al final, se trata de llevar un Estilo de Vida saludable. Sin obsesionarse por dietas escritas, sin pesarse y tener ese control tan estricto. Dejarse fluir, una vez habiéndonos dado cuenta de lo que esconde tener un trastorno de este tipo.
4.2. A NIVEL PSICOLÓGICO
Realizamos una valoración inicial en la que tendremos en cuenta sintomatología, origen y evolución.
Podríamos clasificar la posterior intervención, sin poder extendernos y profundizar en ello por lo que ocuparía, en distintas fases:
I. FASE DE ESTABILIZACIÓN.
En esta fase se trabaja la regulación de conductas de riesgo con la comida (todas aquellas conductas que puedan poner en riesgo la vida de la persona). Para ello utilizamos recursos de estabilización, manteniendo los externos que son adaptativos y fomentando que la persona tenga recursos internos (para calmar la ansiedad que les produce tener que comer o frenar la urgencia de darse un atracón, por ejemplo).
II. TRABAJAR LAS DEFENSAS QUE PUEDAN SURGIR.
A lo largo del tratamiento, vamos trabajando las diferentes defensas que pueden ir surgiendo, tanto en la relación terapéutica, como a lo largo del proceso (la no conciencia de enfermedad, las distorsiones cognitivas, el miedo a la mejoría, el miedo a engordar…).
III. FASE DE EXPLORACIÓN DEL MUNDO INTERNO.
Se realiza una psicoeducación del mundo interno donde vamos identificando todas las partes que componen ese mundo interno, y vamos trabajando las defensas asociadas a cada parte y la herida o trauma que llevan asociados, en lo que llamamos el sistema P (parte) – D (defensa) – T (trauma).
Una pregunta importante es: “¿Dónde aprendió cada una de esas partes a proteger el mundo interno de esa manera?”. Así, vamos accediendo a estas experiencias del pasado, trabajando sobre ellas con técnicas de reprocesamiento cerebral como EMDR, integrando una a una esas partes y experiencias, ordenando así el mundo interno; y todo lo que tiene que ver con las conductas desadaptativas con la comida empieza a disminuir, y podemos así empezar a utilizar la comida de forma adaptativa, para alimentarnos y nutrirnos.
Si algo de lo que has leído resuena contigo, y te gustaría hacer este trabajo de sanación o mejora, desde IBWellness estaremos encantadas de acompañarte en tu proceso. No estás sol@.
BIBLIOGRAFIA
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Seijo, N. (2012). EMDR and Eating Disorders. Workshop presentation at the EMDR Spain Association.
Seijo, N. (2015). Trastornos alimentarios y disociación.
Seijo, N. (2016). El yo rechazado: cómo trabajar la distorsión corporal en los trastornos alimentarios.
Treasure, J., Smith, G. & Crane, A. Trastornos de La Alimentación: Guía práctica para cuidar de un ser querido:154.