READAPTACIÓN LESIÓN LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR (LCA)

Como comentábamos en la entrada de blog anterior, la lesión de ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las lesiones más frecuentes en el mundo del deporte, en aquellos en los que la estabilidad de la rodilla juega un papel fundamental.

Una de las grandes preguntas que se generan cuando nos encontramos ante este tipo de lesión es la de si es necesaria la cirugía o no.

Cierto es que dependiendo de la gravedad de la lesión, en ocasiones la única recuperación posible es previa cirugía, en la cual el ligamento se reemplaza por uno nuevo y sano que pueda realizar de nuevo su función. (1)

Independientemente del tipo de tratamiento que se lleve a cabo (quirúrgico o conservador), debemos planificar de forma individualizada cual será el procedimiento a seguir para conseguir una óptima recuperación y, por consiguiente, la mayor funcionalidad en el paciente afectado.

Con lo cual nuestros objetivos irá dirigidos a aumentar la estabilidad en la articulación de la rodilla, recuperar la movilidad y aumentar la fuerza y masa muscular en la musculatura afectada (debido a inmovilidad en el momento de la lesión y en su fase aguda). (2)

En caso de haber sufrido el proceso de cirugía, la primera fase  (0-4 semanas) de la rehabilitación será de recuperación post-quirúrgica.

En esta fase el objetivo será el de disminuir la inflamación de la zona afectada y de la evitar compensaciones que comprometan estructuras vecinas. (3)

En estas primeras semanas, en la primera fase mencionada, se van buscando los primeros movimientos y grados en rangos articulares. Siempre con precaución y evitando posturas y movimientos álgicos, aunque si se presentarán ligeras molestias. Se irá buscando, además, un patrón de marcha normalizado.

Por lo tanto el trabajo que se realizará será:

  • Tratamiento de la cicatriz, evitando así adherencias e intentando recuperar la sensibilidad y elasticidad de piel en la zona.
  • Movilizaciones pasivas y pasivo asistidas de la articulación. Para ir consiguiendo movilidad a nivel de la articulación de la rodilla y evitar que se anquilose debido a la inmovilización.
  • Trabajo en compensación de cargas en miembros inferiores, comenzar a cargar ligeramente el peso del cuerpo sobre miembro inferior afectado.
  • Cuando se retiren productos de apoyo post-operatorio (muletas), comenzaremos a trabajar buscando la normalización del patrón de marcha.

Si no se ha realizado cirugía no realizaremos los pasos relacionados con las consecuencias de la misma.

Superada la primera fase comenzaremos con el fortalecimiento de la musculatura afectada. El tono se encontrará disminuido, al igual que la fuerza, debido a la inmovilidad de la fase aguda de la lesión.  Nuestro objetivo será el de aumentar estos dos factores  en la musculatura para poder proveer de mayor sostén a la articulación, quitándole parte del peso que tiene que soportar.

Para comenzar se recomienda el trabajo en isométricos hasta conseguir estabilidad suficiente y control en la articulación como para realizar ejercicios que impliquen cierta movilidad.

Los grupos musculares en los que nos centraremos serán los de la cadena posterior de miembro inferior, cuádriceps, aductores y abductores y core.

A continuación añadimos un ejemplo de ejercicio de cada grupo muscular mencionado anteriormente:

ISOMÉTRICO CUADRICEPS

Primeramente colocaremos una toalla enrollada bajo la rodilla (también valdría un cojín o pelota blanda mediana). El ejercicio consistirá en intentar presionar la toalla ejerciendo presión hacia abajo, concentrando de esta forma la tensión en el músculo.

BUENOS DÍAS

Podrá realizarse con carga o sin ella.

El ejercicio consistirá en inclinar el tronco hacia delante sin flexionar las rodillas (se le dará un pequeño punto de flexión al realizar el ejercicio para proteger zona lumbar), empujando la zona del glúteo hacia atrás.  Los pies deberán estar a la altura de las caderas. Deberemos sentir tensión en la zona femoral, glútea y parte de la zona lumbar.

PLANCHA HORIZONTAL

Colocarse boca abajo, despegar el cuerpo del suelo apoyados en los antebrazos y en la puntera de los pies. El cuerpo deberá estar en posición horizontal, sin aproximar la pelvis al suelo ni alejarla demasiado, ya que podríamos dañar la zona lumbar y el ejercicio no tendría la misma intensidad.   Al disminuir la base de sustentación (juntar los pies) aumentaremos la dificultad del ejercicio.

ADUCTORES

Colocar una pelota blanda mediana (también podríamos utilizar un cojín), a la altura de las rodillas. Ejerceremos presión sobre la pelota, acercando ambas rodillas.

ABDUCTORES

Colocaremos una banda elástica a la altura de los tobillos. Una pierna quedará fijada a la altura de las caderas mientras que la otra ejercerá fuerza hacia fuera, dándole así tensión al músculo abductor.

La siguiente fase de la rehabilitación consistirá en dar estabilidad a la articulación de la rodilla haciendo trabajo en superficies inestables, que impliquen giros, cambios de sentido, etc. Por último se realizará un trabajo específico al de la demanda de movilidad de la persona afectada  (ej.: deporte específico como tenis).

De esta forma, a modo esquemático, sería como desde el entreno personal podemos formar parte de la recuperación de este tipo de lesiones, siempre bajo el seguimiento y pauta de profesionales especializados en la materia.

BIBLIOGRAFÍA

  • Ramos Alvarez JJ, Legido Arce JC, Martínez Melen H, Segovia Martínez JC, López Silvarrey FJ. De La Actividad Física y del deporte / of physical activity … – redalyc [Internet]. [citado el 28 de Abril de 2023]. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/542/54222978004.pdf
  • Entrena Yáñez CM, Rincón Bolivar NJ, Rosas Quintero AM. LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR: PREVENCIÓN, REHABILITACIÓN PRE OPERATORIA Y POST OPERATORIA EN ATLETAS [Internet]. Vista de ligamento cruzado anterior: Prevención, Rehabilitación Pre Operatoria y post operatoria en Atletas. [citado el 28 de Abril de 2023]. Recuperado de: https://revistas.udca.edu.co/index.php/rdafd/article/view/413/355