Melatonina y glucosa
En el día mundial de la obesidad queremos hacer un énfasis en la importancia que tiene tener un buen estilo de vida acompañado de buenos hábitos alimentarios, como realizar ingestas de alimentos que nos aporten los macronutrientes y micronutrientes que nuestro cuerpo necesita además de una actividad física diaria.
¿Qué es la obesidad?
Se entiende por obesidad a una acumulación anormal de grasa que puede acarrear otras enfermedades que son nocivas para el organismo. Es más, la obesidad es el primer paso para otras patologías como hipertensión arterial, diabetes tipo II, índices elevados de colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer cáncer, apnea del sueño y problemas cardiovasculares. La obesidad, con un alto impacto en la salud, es la responsable actualmente de millones de muertes al año en el mundo y el número de obesos crece de manera gradual hasta afectar a la población.
Estudio con animales sobre los efectos de la melatonina
Vamos a dejar constancia de dos estudios que se realizaron previo con animales y luego con personas en el que se habla de la importancia de la melatonina (hormona del sueño) con la obesidad y cómo interfiere en los niveles de glucosa en sangre. Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada, el Centro científico de Salud de la Universidad de Texas y el Hospital La Paz Carlos III de Madrid descubrieron que la ingesta de melatonina ayuda a adelgazar con la quema de calorías. Este mecanismo funciona bajo los efectos moleculares antiobesidad que tiene esta hormona natural que secreta el cuerpo humano durante la noche. El estudio se llevó a cabo inyectando melatonina de forma recurrente a un grupo de ratas obesas diabéticas. Los resultados demostraron que no solo aumentaba la masa de tejido adiposo en los roedores, sino que mejoraba la actividad termogénica del cuerpo y de forma paralela disminuye el tejido adiposo blanco peligroso, es decir, la grasa visceral.
El efecto antiobesidad se realiza por dos mecanismos termogénicos ya que la melatonina tiene la capacidad de convertir la grasa blanca subcutánea en grasa marrón, y de aumentar la cantidad de esta grasa marrón y la actividad termogénica. Los investigadores consideran que esta hormona es una herramienta para luchar contra la obesidad que mediante la actividad física reduce el consumo de energía y mantiene una temperatura fría en el cuerpo.
Estudio con personas sobre los efectos de la melatonina y diabetes tipo II
La regulación del azúcar en la sangre, se altera en aquellas personas con diabetes, está influenciada por varios factores, incluidos la relación del horario de las comidas y la concentración de melatonina, una hormona que se libera por la noche y ayuda a controlar los ciclos de sueño y vigilia. Las concentraciones elevadas de melatonina en ambos estados pueden suprimir la liberación de insulina y/o disminuir la sensibilidad a la insulina, lo que da como resultado una alteración de la tolerancia a la glucosa.
Se realizó un estudio en el cual varias personas consumen una ingesta de alimentos a distintas horas antes de irse a dormir y se observó que las personas que cenaban un par de horas antes de irse a la cama mostraban las concentraciones más bajas de insulina y más altas de glucosa en sangre, lo cual tiene sentido ya que la insulina disminuye la glucosa en sangre. Gracias a esta investigación se ha conseguido establecer la relación entre el funcionamiento de la insulina del páncreas y la melatonina. Se trata de algo realmente importante, sobre todo porque refuerza la hipótesis de que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 en la mitad de la población. Estos resultados señalan que, para la población general, puede ser recomendable abstenerse de comer durante al menos un par de horas antes de acostarse.
Este estudio no incluye a pacientes con diabetes, por lo que se necesitan estudios adicionales para examinar el impacto del horario de la comida y su vínculo con la melatonina, así como la variación del receptor en pacientes con diabetes.