Mitos y miedos en la alimentación

Queríamos aprovechar este mes de Halloween para eliminar falsas creencias sobre alimentación, que no hacen más que generar miedos innecesarios a la hora de comer y crear una mala relación con la comida. A lo largo de este post, aclararemos todas esas confusiones para que puedas disfrutar de la temporada sin culpas y manteniendo tu salud.

Los dulces son el “veneno”

Mito: Comer dulces en Halloween estropeará completamente “tu dieta”.
Realidad: Si bien es cierto que el consumo excesivo de azúcar no es saludable, disfrutar de algunos dulces en ocasiones especiales no tendrá un impacto significativo en tu salud. La clave está en la moderación. Permítete unas pocas golosinas y, si te apetece, acompáñalas con otras opciones más saludables y de temporada, como granadas, caquis o castañas asadas.

Los alimentos “sin azúcar” son siempre mejores

Mito: Los productos etiquetados como “sin azúcar” son saludables.
Realidad: Muchos productos sin azúcar utilizan edulcorantes artificiales o aditivos que pueden no ser la mejor opción. Además, estos productos suelen tener otros ingredientes de peor calidad. Lo mejor es saber leer e interpretar el etiquetado para hacer elecciones conscientes e informadas.

Carbofobia

Mito: Hay que eliminar todos los carbohidratos de la dieta.
Realidad: No todos los carbohidratos son iguales. Los carbohidratos complejos, como los que se encuentran en cereales integrales, frutas y verduras, son esenciales para una dieta equilibrada. La forma en la que los cocinamos, también repercute de manera diferente en nuestra salud. Este Halloween, puedes disfrutar de un boniato asado o una crema de calabaza y zanahorias para mejorar tu salud.

La comida “saludable” no apetece

Mito: Comer saludable significa aburrimiento, monotonía y sin sabor.
Realidad: La comida saludable puede estar increíblemente rica. Prueba recetas de snacks saludables, como palomitas de maíz con especias o galletas de avena y plátano. También, es buena época para hacer salsas saludables con calabaza y queso. Experimentar con los alimentos de temporada, sus sabores y el uso especias puede hacer que tu cuerpo solo te pida este tipo de comidas saludables, saciantes y sabrosas.

Todos los alimentos procesados son malos

Mito: Todo lo que está procesado es poco saludable.
Realidad: No todos los alimentos procesados son malos. Algunos, como las verduras congeladas o las legumbres en bote, pueden ser opciones convenientes y nutritivas (Tratamos esto en un reel). La clave es elegir productos mínimamente procesados, que nos ahorren tiempo de cocinado, y evitar los que están llenos de azúcares añadidos, harinas refinadas y aceites de mala calidad.