Entrenamiento en casa con personas adultas y mayores

El entrenamiento en casa para adultos mayores es una excelente forma de mantener la salud, la movilidad y la fuerza, especialmente si se consideran las limitaciones individuales. Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es importante consultar con un profesional de la salud para asegurarse de que las actividades sean seguras y apropiadas. Algunas recomendaciones generales para el entrenamiento en casa para adultos mayores serían:

Calentamiento y Enfriamiento

Comenzar con una breve sesión de calentamiento nos ayudará a preparar músculos y articulaciones previamente a la realización de ejercicio. Al finalizar la rutina, lo ideal sería realizar un enfriamiento para reducir la frecuencia cardíaca de forma gradual.

Movilidad

Se incluirán ejercicios que trabajen amplitud de movimiento en las articulaciones, como movimientos circulares con los brazos y las piernas, flexiones y extensiones suaves.

Fuerza

Se podrán utilizar bandas de resistencia, pesas ligeras o simplemente el peso corporal para realizar ejercicios de fuerza. Ejemplos incluyen sentadillas con una silla para apoyo, flexiones de pared, elevaciones de talones y extensiones de cadera.

Estabilidad

El trabajo de estabilidad ayudará a prevenir algunas caídas.

Estiramientos

Incorpora estiramientos suaves para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez. Presta atención especial a grupos musculares como los hombros, la espalda y las piernas.

Respiración

Practica ejercicios de respiración profunda para mantener la capacidad pulmonar y volver a la calma.

Trabajo Aeróbico

Si es posible y no está contraindicado, realiza actividades aeróbicas de bajo impacto ayudará a mantener la salud cardiovascular.

Graduación

Comienza con ejercicios de baja intensidad y aumenta gradualmente la intensidad y la duración a medida que te sientas más cómodo y fuerte. Escucha a tu cuerpo y no fuerces ningún movimiento.

Ambiente

Asegura que el área donde haces ejercicio esté libre de obstáculos y sea segura para evitar caídas o lesiones.

Recuerda que la clave es adaptar el programa a tus capacidades y necesidades individuales.