Mejorar la salud de la población a través de la alimentación constituye en la actualidad una prioridad de los Servicio de la Sanidad, con el objetivo de elevar la calidad de vida de sus usuarios. El objetivo es lograr definir pautas saludables destinadas a personas de distintos lugares y culturas que, a su vez, se diferencian por edad, situación fisiológica o patológica, estilo de vida, clima.
La preocupación creciente por las implicaciones de la alimentación en la salud, ha motivado cambios en los hábitos alimentarios, principalmente:
- Un mayor consumo de dietas hipocalóricas de bajo contenido en grasas (saturadas y trans), sal, azúcar y cantidades mínimas de aditivos y contaminantes.
- Incorporación a las mismas de componentes con reconocida acción positiva sobre nuestro bienestar, fibra, antioxidantes (vitaminas y minerales), determinados aminoácidos y ácidos grasos esenciales.
Sobre esta asociación – alimentación salud – en la actualidad se sabe, que de las diez principales causas de muerte, seis tienen como factor en su etiología la dieta:
- Enfermedad cardiaca
- Cáncer
- Apoplejía
- Diabetes
- Enfermedades hepáticas y arteriosclerosis
- Alteraciones de la salud que junto con otras, también relacionadas con la alimentación como la osteoporosis, obesidad, (posiblemente Alzheimer), entre otras, disminuyen considerablemente la calidad de vida, el autocontrol y productividad, teniendo como consecuencia mayores costos en atención sanitaria.
La mayor disponibilidad de alimentos, factor principal del aumento de la expectativa de vida, ha traído consigo el incremento de las enfermedades degenerativas en las personas de edad media o avanzada, enfermedades que son en parte manifestaciones de exceso o déficit de nutrientes en la dieta, por consiguiente, si esto es así, son en gran medida evitables. Por tanto, se precisa establecer las necesidades específicas de los distintos estratos de la población, y especialmente, de las personas mayores que es el segmento que está creciendo más rápidamente y, el mayormente afectado por las enfermedades degenerativas ligadas a la alimentación, así como el más propenso a sufrir carencias, particularmente en energía, minerales y vitaminas.