La Navidad es un momento para disfrutar, compartir comida y celebrar con las personas que más queremos. En estas fechas, es importante recordar que la clave está en la moderación, ya que las comidas y cenas navideñas suelen ser más abundantes de lo normal. Sin embargo, se puede disfrutar de los sabores típicos sin “excesos”. Con esto no nos referimos simplemente a las calorías, sino también a evitar sobrecargar nuestro sistema digestivo. Aquí te dejamos algunos consejos para lograrlo:
- Controla las porciones: Las comidas navideñas suelen ser abundantes, pero puedes optar por servirte porciones más pequeñas y variarlas. Además, así podrás probar varios platos, evitando la sensación de pesadez y/o malestar digestivo.
- No te saltes comidas ni compenses: Muchas veces pensamos que saltarnos las comidas previas nos ayudará a “ahorrar espacio” para la cena, pero esto suele generar el efecto contrario: aumentamos la ansiedad y comemos en exceso cuando llega el momento. Por lo tanto, intenta mantener tus ingestas y horarios habituales. También, después de cualquier ingesta (aunque percibas que has comido “de más”), simplemente, regresa a tu rutina habitual de alimentación saludable sin “compensar” de ninguna manera ni comer diferente.
Por otro lado, las navidades pueden ser momentos muy complicados para personas que tienen una mala relación con la comida y con su cuerpo. Si es tu caso, aquí tienes algunas recomendaciones que pueden ayudarte:
- Si ver grandes cantidades de comida te agobia o genera ansiedad, intenta ir poniendo en tu plato cantidades con las que te sientas más cómod@, de esa forma la ansiedad por comer puede disminuir.
- Intenta comer de forma consciente y sin prisa. Te recomendamos comer despacio, saboreando cada bocado antes de tragar y poniendo atención a las señales de tu cuerpo. Trata de evaluar tu sensación de saciedad y dejar de comer cuando estés satisfech@, no cuando sientas que “ vas a explotar”.
- Si en algún momento aparece la culpa por comer más y/o por comer ciertos alimentos, recuerda que no hay alimentos “buenos” o “malos” y que la comida no solo cumple una función nutricional, sino quetambién tiene un valor muy importante emocional y de disfrute, que se incrementa mucho en estas fechas. Asociamos las comidas y cenas de navidad con ocasiones especiales de reunión, reencuentro y ocio. El placer de comer forma parte de ello. Date permiso para disfrutarlo, esto también es salud.
- Estos días son distintos y es normal comer diferente. No tienes porqué llevar la cuenta de lo que comes ni juzgarte si tu rutina o hábitos de alimentación cambian. Simplemente vuelve a ellos cuando sea posible.
- Si aparecen sensaciones de hinchazón o pesadez tras alguna comida o cena de navidad, recuerda que son sensaciones normales y pasarán. Intenta alejar el foco del cuerpo, haciendo actividades que te resulten agradables: escuchar música, hablar con un amig@, pasear, ver una serie.
- Recuerda que nuestro estado emocional influye en la percepción que tenemos sobre nuestro cuerpo y nuestra imagen.
- Cada persona es diferente, con sus necesidades, sus ritmos y sus procesos. Procura no compararte con lo que comen otras personas.
Alternativas saludables de entrantes y dulces navideños
Para las reuniones y cenas, las opciones tradicionales suelen incluir frituras y salsas pesadas. Aquí te proponemos algunas alternativas más saludables que puedes preparar rápidamente y servir sin renunciar al sabor ni al disfrute:
Aperitivos
- Bolitas de queso y frutos secos: Una alternativa ligera y sabrosa a los aperitivos rebozados. Utiliza queso crema, haz bolitas y recubre con mix de frutos secos naturales triturados. Como toque final, puedes añadirle un toque con tomate seco rehidratado en la parte superior y sujetar con un palillo.
- Hummus (o guacamole) como alternativa a otras salsas: Prepara hummus casero y úsalo como dip para vegetales, paté en canapés o como relleno para huevos. Acompáñalo con anchoas, salmón ahumado o tomates secos para un toque gourmet y más navideño.
Dulces
- Turrón saludable: Prepara tu propio turrón con arroz o quinoa inflada, derrite chocolate >85%, deja refrigerando y ¡disfrútalo!
- Bocado de dátil con nuez y chocolate negro: Sería como un “falso bombón”, pero mucho más saludable. Los dátiles son naturalmente dulces y al combinarlos con nueces o avellana y chocolate, creas una explosión de sabor que te va a encantar.
Cóctel
- Agua con gas y frutas: Si buscas una bebida refrescante y ligera para tomar con frecuencia, puedes hacer cócteles sin alcohol con agua con gas y añadir frutas frescas como naranja, limón, fresas o menta. Así, evitarás los azúcares y el alcohol que componen este tipo de bebidas.
- Sorbete de limón con claras de huevo: en vez del clásico sorbete con helado/nata, podemos utilizar las claras de huevo como espesante de este coctel, y mezclarlo con zumo natural de limón. Además, podemos añadir cava sin alcohol y ¡a disfrutar!
Disfruta y mantén tus buenos hábitos
Recuerda que la navidad es para compartir, disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos y celebrar con todo lo que nos hace felices, incluyendo comidas menos nutritivas. No se trata de eliminar todo lo que nos gusta, sino de hacer elecciones conscientes que nos permitan disfrutar sin culpa.
La buena relación con la comida, las alternativas saludables y el autocuidado son la mejor receta para estas fiestas.