Aprender a comunicarnos de una forma sencilla y eficaz, respetuosa con nosotros mismos y con las demás personas es fundamental para lograr relaciones de calidad basadas en la empatía y el respeto, ya sea en contactos personales o laborales. Además nos permite trasladar mejor los mensajes que para nosotros son importantes, siendo más fácil que podamos cumplir con nuestros objetivos.
Los estilos de comunicación son las diferentes formas en que las personas tendemos a comunicarnos con las demás. El estilo de comunicación se refiere tanto a lo que decimos como a la forma en la que lo decimos, es decir el lenguaje verbal y el lenguaje no verbal.
Existen 3 estilos de comunicación principales:
- El estilo de comunicación pasivo es aquel en el que la persona tiende a evitar mostrar necesidades, deseos u opiniones. Suelen evitar el conflicto e infravaloran sus propias opiniones y necesidades dando un valor superior a las de los demás. Normalmente son personas que evitan llamar la atención, participan menos en las conversaciones y tienden a adaptarse a la mayoría.
- En el estilo de comunicación agresivo, la persona expresa sus necesidades, deseos u opiniones sin tener en cuenta las de los demás, tendiendo a la dominación y a imponer su criterio. Se sobrevalora lo personal y se infravalora a las demás personas. Son relaciones basadas en el autoritarismo y el miedo.
- El estilo de comunicación asertivo permite que se respeten los derechos tanto para uno mismo como para los demás. Se plantean las ideas con seguridad y confianza, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la propia. La comunicación se plantea de forma directa, abierta y honesta y hay una escucha activa y una disposición para el acuerdo y la negociación.
Lograr una comunicación asertiva requiere práctica y entrenamiento. El estilo de comunicación predominante en cada persona depende de muchos factores relacionados con la salud mental. Es fruto, por ejemplo, del aprendizaje, la historia de vida, la creencias interiorizadas, la autoestima o la gestión emocional, entre otras variables. Por lo que entender por qué nos comunicamos de cierta manera, es clave para construir una comunicación mejor.
Para comenzar a comunicarte de una manera más asertiva, puedes empezar por tener en cuenta estas cinco pautas de asertividad:
- Elige correctamente el momento y el lugar, creando un clima adecuado.
- Evita los mensajes “tú” y utiliza en su lugar los mensajes “yo” para expresar cómo te sientes. En lugar de “tú eres”, utiliza “yo me siento”.
- Concreta exactamente qué es lo que quieres utilizando esos mensajes “yo”. “Me gustaría”,“necesito”.
- Pide información y acepta sugerencias.
- Explica las consecuencias positivas del cambio.