Suicidio: señales de alarma y cómo actuar

El suicido se da como resultado de un sufrimiento emocional muy intenso unido a una sensación de desesperanza. Las personas que se suicidan realmente lo que anhelan es dejar de sufrir, y el suicidio es la única manera que ha encontrado para conseguirlo, pues han perdido toda esperanza. Es un fenómeno en el que influyen muchos factores, como las circunstancias sociales y  culturales, así como factores biológicos y psicológicos.

Las personas que se suicidan no lo hacen por llamar la atención, ni son cobardes o egoístas. Son personas que quieren dejar de sentir todo lo que están sintiendo y que les genera un sufrimiento que no pueden sostener y del que no son capaces de encontrar salida.

Cuando hablamos de suicidio, es importante distinguir dos conceptos clave:

  • Ideación suicida: son los pensamientos y planes sobre la posibilidad de acabar con la vida.
  • Conducta suicida: son las acciones que realiza la persona que tienen como objetivo final el suicidio.

¿Cómo podemos detectar que una persona está en una situación de riesgo que puede conducir al suicidio? Estas son algunas de las señales de alarma:

  • Comentan las pocas ganas que tienen de vivir y la insatisfacción con la vida, por ejemplo “nada merece la pena”, “para estar sufriendo mejor no estar”, “nada va a cambiar”. Esto representa la desesperanza con respecto al futuro.
  • Realizan comentarios relacionados con no estar presentes, por ejemplo “aquí ya no hago nada”, “estoy cansada de luchar”, “no quiero ser una carga”…
  • Realizan ciertos “preparativos”: cerrar asuntos pendientes, despedidas, regalar objetos personales que consideran valiosos…
  • Pueden experimentar cambios de humor y de conducta repentinos. Una mejoría muy intensa y repentina tras un proceso depresivo puede ser un factor de riesgo, puesto que puede significar que la persona ha tomado la decisión de acabar con su vida, lo que le genera esa sensación de alivio.
  • Muestran una intensa desgana y falta de motivación ante actividades que antes les resultaban placenteras.
  • Sentimientos de impotencia y baja autoestima.
  • Hablan o buscan información sobre formas de suicidarse.
  • Pueden tener comportamientos autodestructivos, como conductas autolesivas, consumo excesivo de alcohol o drogas, conducción de riesgo…

Si has detectado que alguien en tu entorno puede encontrarse en riesgo de suicidio, ¿Cómo puedes ayudar a una persona que tiene intención de cometer un suicidio?

  • Muestra una actitud empática y de escucha. Es importante que la persona se sienta validada y comprendida. Escucha sin juzgar y sin dar consejos.
  • Expresa tu preocupación sobre sus intenciones. Puedes hablar de forma clara sobre el suicidio, pero siempre de forma respetuosa.
  • Muestra a la persona que estás disponible, que puede contar contigo para explorar otras alternativas.
  • Si es posible, toma medidas para evitar que la persona pueda suicidarse, controlando los elementos que puedan suponer un riesgo (medicación, objetos…) pero siempre comunicándoselo a la persona con transparencia y recalcando el objetivo de ayudarle.
  • Acompaña a la persona en su proceso. Esto implica acompañarle en su malestar, aceptar sus sentimientos y validar sus emociones.
  • Puedes involucrar a otras personas para que sean un punto de apoyo, pero siempre comunicándoselo a la persona.
  • Informa a la persona sobre los recursos de ayuda disponibles y acompáñala a solicitar ayuda.
  • Cuídate. Acompañar a una persona en riesgo de suicidio es complejo y puede generar desgaste. Si lo necesitas, acude a un profesional para que te acompañe en el proceso.